también el privilegio de tener a Miguel como
almirante jefe del Apoyo Logístico e íntimo
colaborador. En esa etapa de madurez fue
cuando Miguel demostró en plenitud su capacidad,
que era mucha, sus dotes de mando y
su saber hacer para despertar el cariño de
todos los que trabajaban con él. Calma, entereza,
iniciativa y, sobre todo, hombría de
bien. En fin, un gran almirante al que la
Armada le debe...
Cuento todo esto con la amargura de la
despedida pero con el orgullo de haber vivido
y compartido tantas cosas con un amigo
admirable. Por eso no he tenido más remedio
que hablar en primera persona pero sé que
somos muchos los que consideraban su amistad
como un tesoro y los que queremos decir,
sencillamente, que le vamos a echar de
menos
Miguel, la vida, que nos regaló tu amistad
durante tanto tiempo, ha sido al final dura
GaCeTiLLa
contigo, pero en los momentos más ingratos
siempre te he visto entero y rodeado de
buenos amigos (Nani, Antonio, Fernando,
Tati, Miguel, Teo y tantos otros).
Hoy esa vida se ha empeñado en interrumpirla,
pero la amistad, a la que tú rendiste
culto, sabes que no te ha fallado nunca.
Puedes estar seguro de que todos los que
cruzamos contigo la puerta de Carlos I aquel
agosto del 62 compartimos el dolor de tu
querida Amalia y de tus cuatro maravillosos
hijos.N
os queda la esperanza, nos queda la
certeza, de que donde estés recibirás esta
muestra de cariño y la emoción con que hoy
honramos tu memoria.
Hasta siempre, amigo querido.
Sebastián ZARAGOZA SOTO
Almirante general (RR)
2019 1029