LOS PROCEDIMIENTOS TÁCTICOS DE LAS FUERZAS… 219
El armamento era prácticamente solo a base de fusiles modernos (británicos,
franceses y estadounidenses) que compraban de contrabando en las
costas y en la frontera. No poseían armas colectivas (ametralladoras o cañones).
La logística era muy elemental, se reducía a lo que cada cabileño podía
transportar de forma individual, por lo que no podían sostener acciones
y combates muy prolongados.
FUERZAS ESPAÑOLAS
Las fuerzas españolas en esta zona estaban compuestas por tropas
españolas de reemplazo, Regulares y Policía Indígena. La Policía, aunque
sus misiones debían de ser de información y de policía, se les empleaba generalmente,
por escasez de otras fuerzas militares, como fuerza de maniobra
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 219-246. ISSN: 0482-5748
y de choque.
El licenciamiento de un reemplazo suponía siempre un vacío en la
operatividad, mientras se incorporaba el nuevo y se instruía debidamente.
La situación política internacional y nacional, la reducción de los presupuestos
y los años de inacción, a causa de la Primera Guerra Mundial, llevaron
a las fuerzas desplegadas en Marruecos a una situación de abandono,
tanto en lo que se refería al estado del material, como en los procedimientos
tácticos y la moral de las fuerzas (especialmente la de reemplazo), tan costosos
de conseguir y tan fácil de deshacer.
El periodo comprendido entre 1914 y 1918, desde el punto de vista
técnico y táctico, puede considerarse como un tiempo perdido para el ejército
español y, en especial, para el de Marruecos. El armamento y equipos adquiridos
para el Ejército de Tierra, para la campaña de 1909 seguían siendo
prácticamente los mismos para esta campaña y las venideras (excepto para
el arma aérea) con los inconvenientes que, con los años de servicio, habían
sufrido un importante deterioro.
El informe del general Jordana, alto comisario en Marruecos, especificaba
que contaba con fuerzas suficientes en el protectorado para conseguir
su pacificación, pero siempre que estuvieran siempre cubiertas las plantillas
en rigor que, en el momento de redactar el informe (18 noviembre del año
anterior), faltaban 5.000 hombres y 1.700 cabezas de ganado.
Las fuerzas de Regulares contaron por primera vez con unidades de
ametralladoras, signo de confianza en la lealtad en estas fuerzas, aunque
estas unidades de apoyos de fuego estuvieron, al principio, servidas exclusivamente
por tropa española.