228 SALVADOR FONTENLA BALLESTA
Siguen los problemas de la estructura de mando
Dámaso Berenguer y Silvestre eran dos generales de prestigio, ganado
en las campañas que habían participado a lo largo de su vida militar.
Tenían experiencia en el mando de tropas, en los problemas políticos y técnicos
en la administración de los territorios ocupados, y en el conocimiento
de la idiosincrasia de los habitantes de la zona.
Los problemas de mando que se iban a suscitar entre ambos generales,
aun suponiendo que el cargo de alto comisario se le atribuya un carácter
civil, hay que achacarlos a la falta de habilidad política del gobierno español,
pues ya lo adelantó el Marqués de Santa Cruz en su obra “Reflexiones
Militares”:
No conviene destacar juntos a dos oficiales del mismo grado si en el destacamento
no va uno de carácter superior, pues siendo de igual a igual, se
manda con mucha contemplación y se obedece con más repugnancia.
Procedimientos tácticos
Las operaciones sobre Xauen demostraron el alto estado de moral de
la fuerza, las capacidades de maniobra y coordinación de las columnas españolas,
y las capacidades logísticas para alimentarlas. El reducido número
de bajas en esta operación, a pesar de estar situada Xauen en el corazón de
la intrincada y abrupta Yebala, con fuerzas enemigas poderosas, fue posible
a la manifiesta superioridad de las fuerzas españolas empeñadas y una maniobra
envolvente bien ejecutada.
Las operaciones en la zona oriental, de mayo a agosto, fueron excelentes
maniobras de alto estilo militar, que desorientaron al enemigo sobre
las direcciones de marcha y los objetivos de las columnas. La ocupación de
Tafersit y la cabila de Beni Said fue una operación audaz, que sorprendió
a los cabileños por su rapidez del movimiento y marchar con los flancos al
descubierto. El mérito fue mayor al enfrentarse con un enemigo peligroso en
la guerra irregular, en un terreno quebrado, sin vías de comunicaciones, sin
cartografía y con un clima muy duro, Los éxitos de los avances territoriales
de la Comandancia General de Melilla crearon un optimismo, y grandes
satisfacciones en los medios políticos, militares y en la opinión pública.
La ocupación de la cabila de Beni Said embebió la totalidad de las
fuerzas disponibles de la Comandancia Militar de Melilla, y no era recomendables
nuevos avances, porque era antes indispensable la consolidación
del territorio ocupado, que requería más tropas y medios, para hacer efecti
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 228-246. ISSN: 0482-5748