262 JESÚS MARTÍNEZ DE MERLO
español12. Tampoco hubo unos medios aéreos acordes a los tiempos, medios
con los que las capacidades militares de la fuerza terrestre se hubieran visto
ampliadas.
EL REGIMIENTO ALCÁNTARA, SU FORMACIÓN
En 1640 la Caballería de Flandes estaba compuesta por centenar y
medio de compañías (de unos 50 efectivos como media), más otras compañías
alemanas organizadas en regimientos. Estas compañías eran españolas,
valonas, borgoñesas y algunas italianas, cuyos componentes eran todos ellos
“súbditos” del rey de España. Eran unidades independientes y para combates
o batallas eran llamadas al campo donde era muy difícil conseguir una
unidad de mando, dando lugar a situaciones difíciles de controlar. Por ello
se ordenó que en campaña se agrupasen cada cierto número al mando de
un capitán elegido por sorteo y así podemos ver a la caballería de Rocroi
organizada en 12 trozos españoles y 7 regimientos alemanes. Finalmente se
decidió que esta organización fuera permanente, es decir, formar una unidad
orgánica de seis compañías al mando de un jefe (con su compañía) y su sargento
mayor y de esta manera se crearon los primeros tercios de caballería
en 1649. Llegada la paz con Francia se disminuyen efectivos, muchas compañías
se “reforman” y se disolvieron los tercios. Poco duró la paz y nuevamente
hubo que organizar los tercios y levantar nuevas compañías. En 1656
el caballero Francisco D´Ennentières fue autorizado a levantar un tercio de
caballería valona. Tras la agitada vida de guerras, campañas y combates a
la firma de la paz de Rijwick quedaron en Flandes varias compañías sueltas
de guardias, once tercios de caballería (tres españoles, tres valones, uno
borgoñón, uno italiano y tres alemanes), así como tres tercios de dragones13.
Tras las vicisitudes de la guerra de Sucesión las tropas de Flandes que
no fueron disueltas vinieron a España donde en 1718 se reorganizaron junto
a las peninsulares para formar regimientos de tres escuadrones de cuatro
compañías. El antiguo Tercio de D`Ennentières era uno de los que llegaron
a España bajo el mando del coronel Cecile. En 1718 fue denominado Alcán-
12 Los carros de combate nacieron para facilitar a la infantería la ruptura de las posiciones
enemigas defendidas por el fuego de ametralladoras y llenas de obstáculos y alambradas,
aspectos que no se daban en las operaciones en el Rif. Aun así, de no haber existido la
guerra civil esa veintena de carros de 1914, hubieran sido los únicos carros existentes el
día que comenzó la Segunda Guerra Mundial. Ni el denostado ejército polaco tenía en
sus filas semejante pobreza de medios.
13 “La caballería entre los Austrias a los Borbones”, en Revista de Historia Militar nº 121,
2017. Del autor, basado en los apuntes del investigador J. Sánchez. Entre ellos el tercio
valón de Alexander Cecile.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 262-320. ISSN: 0482-5748