LOS PROCEDIMIENTOS TÁCTICOS DE LAS FUERZAS… 227
FUERZAS ESPAÑOLAS
La situación del Ejército español en Marruecos siguió con su progresivo
deterioro, por la escasez de presupuestos, interferencia de las Juntas de
Defensa en las valoraciones de los méritos de los que combatían en África
y, además, los problemas de estructuras de mando seguían sin resolverse.
El ministro de la Guerra señaló graves deficiencias, que a él y su gobierno
incumbía subsanar y no subsanaron:
− Las piezas de artillería estaban en mal estado, por las largas permanencias
en las posiciones.
− Los aviones eran escasos y heterogéneos, lo que dificultaba su
mantenimiento y su operatividad.
− Los hospitales estaban en barracones, en número insuficientes,
malos, ruinosos y míseros. Faltaban salas de cirugía, aparatos radiográficos
y quinina para el paludismo.
− Muchos de los cuarteles también estaban formados por barracones
viejos y ruinosos.
Además, el mismo ministro asumía los principios de las Juntas de
Defensa, que era entonces lo “políticamente correcto”. Así aseveraba que
era muy difícil valorar las recompensas de los destinados en África, porque
era muy diferente estar en poblaciones o en posiciones (cuando había
unidades que estaban muchos meses seguidos sin ir a población alguna), e
incluso los que estaban en los destacamentos tenían diferentes grados de
exposición al enemigo, y como cuando redactó el informe (verano de 1920)
las operaciones militares eran muy limitadas no justificaban las recompensas,
lo que era un desprecio al constante goteo de bajas por hostigamientos y
agresiones. Fue “todo un profeta” para lo que se iba acontecer pocos meses
después, porque además afirmó que la acción se limita a la molestia natural
de permanecer lejanos de España o de habitar en posiciones que carecen
de comodidad y de alegría de ninguna clase (es decir que la molestia entre
estar paseando en la Gran Vía de Madrid y estar destacado en una reducida
posición, en un terreno y clima inhóspitos, con aguadas diarias y ante la
constante amenaza de agresiones y asedio, era solo limitada). Este ministro
de la Guerra ya debía ser consciente que la nueva e injusta política de
recompensas estaba desnutriendo de oficiales idóneos a las unidades africanas,
especialmente a las fuerzas de choque, y que el ciclo de operaciones
militares se había reiniciado, en ambas zonas.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 227-246. ISSN: 0482-5748