EL GENERAL MANUEL FERNÁNDEZ SILVESTRE: ANÁLISIS DE… 401
Igueriben, por cuanto supone reforzar la defensa de Annual, a pesar de
que Silvestre se plantea abandonarla, al no verla adecuada para una buena
defensa.
De nuevo tenemos en Caballero Echevarría una buena apreciación
de las causas de lo que está por venir y que se fraguan aquí, ya que considera
que en la reunión mantenida entre Berenguer y Silvestre el día 5 de
junio, el alto comisario junto con el gobierno dejan al comandante general
de Melilla sin libertad de acción ni capacidad de ejecución, obligándolo a
quedar a la espera y cediendo la iniciativa al enemigo. Con esto, tal como
defiende este autor, la responsabilidad de los sucesos que desembocarán en
el derrumbamiento de la Comandancia General recae sobre los escalones
superiores, mientras Silvestre tenía a su cargo los elementos tácticos y operacionales60.
La toma de Igueriben se lleva a cabo bajo la dirección del general
Navarro, que ha sido llamado desde Melilla por Silvestre. Esta era una
posición bastante complicada, por la dificultad de la aguada y el continuo
hostigamiento por parte de los rifeños desde la Loma de los Árboles, que
dominaba Igueriben y Annual y que Silvestre debe renunciar a tomar debido
a las instrucciones de Berenguer, que no le permite operar a vanguardia de
las posiciones ya establecidas. Un error trascendental del alto comisario por
la importancia que supone controlar la loma para asegurar la defensa y que
fue motivado por su confusión al interpretar la cartografía de la zona, como
reconocería tiempo después, aunque sin desaprovechar la oportunidad para
culpar a Silvestre por no haber sido más específico61.
Esta confusión de Berenguer, que le llevará en un principio a declarar
que nunca autorizó a Silvestre a operar después del revés de Abarrán,
será la base de muchos autores para considerar probado que Silvestre actuó
por su cuenta. No será hasta el consejo de guerra donde, finalmente, Dámaso
Berenguer reconocerá, a instancias del fiscal, que interpretó mal las
peticiones de Silvestre, pensando que este pedía permiso solo para reforzar
la defensa.
Los rifeños no desaprovechan esta oportunidad y el 7 de julio, un mes
después de establecer la posición de Igueriben, toman la Loma de los Árboles
y comienzan un duro hostigamiento que causa una sangría tanto en los
hombres como en la moral de las tropas en Annual, que asisten impotentes a
la caída de la posición de Igueriben el día 21.
60 CABALLERO ECHEVARRÍA, Fernando: op. cit. pág. 384.
61 Ibídem, pág. 383.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 401-412. ISSN: 0482-5748