336 LUIS EUGENIO TOGORES SÁNCHEZ
tad de elegir, según las circunstancias, el orden de prelación que considere
pertinente por lo que se refiere a la ocupación de Tistuttin-Batel o Tikermin.
Ocupado Tistuttin-Batel y la Meseta de Tikermin y a ser posible Dar
Drius, me propondrá V. E. la mejor distribución de las fuerzas en columna,
inspirándose en las normas que antes se trazan, de acuerdo con el Gobierno.
Establecidas las columnas, desarrollarán la máxima movilidad en la región
que se les asigne.
Paralelamente a esta labor de consolidación de la zona por nuestra acción
militar, se seguirá normalizando la vida de las cabilas sometidas, cuyos
Kaides irán depurando culpabilidades en los pasados sucesos, para aplicarse
las sancione que en el plan trazado se especifican.
A la vez se realizará una intensa labor política a vanguardia que facilite
nuestros avances, que, naturalmente, han de tener mayor apoyo en la acción
política a medida que más nos alejemos.
4. No obstante las normas que anteriormente se trazan en lo que a ocupación
militar del territorio respecta, queda V. E. autorizado para, en aquellos
casos que estime, de los que su Oficina Indígena le proponga, establecer puestos
guarnecidos exclusivamente por indígenas (incluso sus jefes) en aquellas
zonas no especificadas anteriormente, que así lo requieran, por ser buena la
disposición de sus habitantes y convenir a nuestros intereses la vigilancia de
determinados pasos o localidades. En tal caso pudiera encontrarse la Región
de Beni Bu Yahi, tan poco densa en población, y alguna otra análoga. Mucho
le agradeceré me tenga al corriente de la forma como piensan desarrollar
este plan, con la anticipación suficiente para poder comunicarle cualquier
observación que me sugieran sus disposiciones y apreciar las circunstancias
del momento».
El 18 de diciembre ocho columnas, cuatro de Ceuta y cuatro de Larache,
comenzaron a operar con el objetivo de completar el cerco de la cabila
de Beni Ider lo que consiguen el día 24. Pero con la llegada de mal tiempo,
lluvia y frío, se tuvieron que paralizar las operaciones. En pleno temporal
de invierno, transcurrió el mes de febrero sin grandes novedades en la zona,
se prosiguió la labor de pacificación, trabajando para la atracción y regreso
de los huidos una vez que se iban reocupando nuevos territorios. Escribe
Franco14:
«Llevamos un mes de paz en el campamento de Dríus; las empresas guerreras
parecen suspendidas y nuestro sueño de ir sobre Alhucemas y dar digno
remate a la acción militar, se aleja definitivamente.
14 Ibídem, pp. 173 y 174.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 336-348. ISSN: 0482-5748