DE ANNUAL A PIZARRA 333
El 2 de noviembre se entraba en Taxuda. El 7 se ocupa la meseta de
Iguerman y el 11 Yazanem y Tisafor. Las harcas de Abd el- Krim se retiraron
al otro lado del río Kert.
El 18 de noviembre la I Bandera de La Legión ocupó el monte Uixan
quedando libre de hostigamiento Segangan. El 21 noviembre, tras algunos
combates, se toma Ras Medua. El 30 entran las tropas españolas en Tauriar
Hamed y Tauriat Narrich. Harcha se ocupó el 1 de noviembre y el 5 Gab el
Gazul y el 6 Mexera el Melha en la margen izquierda del río Muuluya. Los
españoles cruzaron nuevamente el río Kert el 22 de diciembre. En cuatro
meses se había recuperado buena parte de lo perdido. La situación militar
aparentemente se había restablecido. La mayor parte de la población
nativa huyo ante el avance de las tropas españolas ante el lógico temor de
represalias por las torturas y asesinatos cometidos en los soldados españoles
que habían tenido la desgracia de sobrevivir a los combates y caer en
manos de los rifeños.
Mientras todo esto ocurría en la zona oriental, en Larache y Tetuán, se
produjo la paralización de todas las operaciones. El Rausini, casi vencido,
se rehizo, alentando una vez más la revuelta de los Sumata y Beni Arós, lo
que produjo el asalto y toma por los marroquíes de la posición Akba Kola.
Ataque al que siguieron los realizados sobre Kaseres y los puestos de Magán,
Tiguisas y Targa. Casi toda la Gomara se alzó en armas, lo que obligó al
envío el 27 de agosto, una fecha muy próxima a lo sucesos de Annual, enviar
cuatro batallones de infantería para reforzar la zona occidental.
La victorias de Abd el-Krim hizo que las cabilas de Gomara, siempre
atentas a cualquier muestra de debilidad por parte del Jedive y de las tropas
españolas que le apoyaban, entrasen en conversaciones con el caudillo de los
Beni Urriaguel. El 23 de octubre el hermano de Abd el-Krim, Mohand, con
una harca de medio millar de hombres y dos cañones atacó las posiciones de
Tiguisas y Magán, lo que obligó a sacar tropas de Melilla para llevarlas a la
zona de occidental. Hecho preocupante pero que ya no suponía la paralización
del desarrollo de las operaciones en la zona de Melilla donde las tropas
mandadas por Sanjurjo y Cavalcanti habían recuperado la iniciativa.
Los combates fueron muy duros, con numerosas bajas por ambas
partes, lo que decidió a los Gomara a reconciliarse con España. Mohand
intentó en noviembre tomar contacto con El Rausuni sin lograr llegar a un
acuerdo. Error táctico de este último ya que si hubiesen coordinado sus
esfuerzos los problemas para las tropas españolas se habrían acrecentado
exponencialmente.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 333-348. ISSN: 0482-5748