LA ESPAÑA DE 1919-1923 Y SU PROTECTORADO EN MARRUECOS 37
diversos problemas monetarios y financieros. El mayor volumen de la oferta
monetaria (billetes emitidos por el Banco de España; moneda metálica circulante;
montante de las cuentas corrientes en esa misma entidad y los saldos
disponibles a la vista en cuentas de crédito) facilitaba el crecimiento de
los precios, como ya vimos en el apartado 7) y el encarecimiento de la vida
en términos reales. La subida del coste de los bienes de consumo más necesarios,
provocó algunos problemas en la lucha cotidiana por la supervivencia;
a la vez que el odio hacia quienes hacían ostentación de sus riquezas. El
gobierno trató de evitar, o al menos reducir, los conflictos sociales por este
motivo y para ello creó el Ministerio de Abastecimientos, el 3 de septiembre
de 1918, que se mantuvo hasta el 8 de mayo de 1920. Su principal objetivo
fue asegurar las existencias de trigo y con ello el “pan barato”, a través de
la denominada Ley de Subsistencia que permitió la fijación de la tasa sobre
el precio de este cereal, pero también del arroz, las judías, las lentejas, las
habas, el azúcar, … El intervencionismo del Estado, a través de las Juntas
Provinciales de Subsistencias, llegó a fijar además los límites del beneficio
de transportistas, almacenistas y comerciantes, a la vez que se prohibía la
acumulación de la mayor parte de los alimentos, e incluso de los fertilizantes
agrícolas, el carbón, etc.
Por otro lado el aumento de la deuda pública, ante el déficit de los
Presupuestos Generales del Estado (a partir de 1915) financiada a través
de la correspondiente monetización, originó grandes beneficios a algunos
bancos privados, pero también problemas como el que acabó causando la
quiebra del Banco de Barcelona, encubierto por el victimismo de la burguesía
catalana y la influencia política de Cambó, que la redujo a una mera
suspensión de pagos.
La oposición de la Lliga y el empresariado catalán a las reformas de
la Hacienda propuestas anteriormente por Alba, y la salida favorable a sus
interese dada al asunto del Banco de Barcelona, fue seguida por la Ley de
Ordenación Bancaria de 1921 (inspirada también por Cambó y el economista
Francisco Bernis). Las ventajas obtenidas por la burguesía catalana y
vasca, especialmente la primera, contribuyeron a acentuar los desequilibrios
regionales a partir de las soluciones políticas, aplicadas a la crisis económica
subsiguiente a la Primera Guerra Mundial. Fue una enésima imposición
contra los intereses de otras regiones, por ejemplo, Valencia; pero en general
del conjunto de España. Vino a representar la consagración de una economía
cerrada frente a otros sectores más dinámicos y abiertos, durante las cuatro
décadas siguientes.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 37-74. ISSN: 0482-5748