256 JESÚS MARTÍNEZ DE MERLO
avanzada había saltado al valle del Amekrán no tenían ninguna amenaza
contra ellas.
La expansión del Protectorado se hizo, con las directrices gubernamentales
pertinentes, negociando con cada “kabila” el precio de su adhesión,
tanto en dinero, como armamento y protección de la fuerza española.
Esta forma tenía sus riesgos, en principio poco probables, y puede ser objeto
de toda crítica, como es natural. Pero a nuestro modo de ver, tales críticas
deberían ir acompañadas de una alternativa diferente a la forma en como se
hizo. Solamente vemos dos alternativas básicas: hacerlo por negociación o
hacerlo por imposición. No obstante las fuentes se limitan a la crítica de la
primera sin tomar partido por ninguna otra.
Curiosamente el establecimiento del Protectorado no fue una negociación
entre Marruecos y España, sino entre Marruecos y Francia, por lo
que realmente el Protectorado español de Marruecos no dejaba de ser la
administración de la parte del Protectorado francés que había sido cedido a
España. Por ello muy posteriormente, al terminar el Protectorado francés,
terminó a su vez el Protectorado español.
Cada circunscripción contaba con una serie de posiciones, de compañía
o de sección, y en su cabecera cuatro o cinco compañías denominadas
“columna móvil”, normalmente nunca a más de una jornada de marcha por
si hubiera alguna incidencia en algún punto de la misma. Algunas de estas
posiciones estaban reforzadas con baterías o secciones de antiguas piezas
pertenecientes a la Comandancia de Artillería, con el mínimo personal para
su mantenimiento. Esto posteriormente dio lugar a considerar a todas las
piezas de artillería por igual.
No se pueden confundir estas piezas con las del Regimiento Mixto de
Artillería formado por tres grupos de tres baterías completas de efectivos y
ganado que sumaban 12 piezas de campaña y 24 piezas de montaña. Igualmente
hay que resaltar que la mayoría de los artilleros no estaban dotados
de armas de fuego (salvo los de defensa inmediata de cada pieza) y su arma
reglamentaria el cuchillo bayoneta de artillero de 1907. Esto también ha
dado lugar a confusiones al pensar que muchos soldados habían abandonado
su armamento.
Naturalmente este despliegue también puede recibir todo tipo de críticas,
pero al igual que hemos considerado anteriormente, tienen que venir
acompañadas de una propuesta que considere un despliegue mejor. Tampoco
podemos olvidar que incluso en los conflictos actuales, la combinación
posiciones y unidades móviles sigue estando en vigor, por lo que sigue habiendo
muchas posiciones defensivas y algunas con grandes dificultades de
abastecimiento.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 256-320. ISSN: 0482-5748