94 FERNANDO CABALLERO ECHEVARRÍA
La visita fue atentamente cubierta por los corresponsales destacados
en el protectorado. Y a finales de febrero de 1919, las noticias sobre el reinicio
de las operaciones copaban los medios nacionales: «puedo participar
que en abril y mayo próximos, Melilla y Alhucemas serán muy llevadas y
traídas por la prensa»20.
Prácticamente coincidiendo con ese anuncio, el 5 de febrero, estalló
en Barcelona la huelga revolucionaria, que se extendió a toda España, declarándose
el estado de guerra. Por esas mismas fechas, Lenin fundaba en
Moscú la III Internacional Comunista, determinando como medios para alcanzar
el poder la «agitación de las masas y los soldados rasos, el alzamiento
armado y la alianza circunstancial con otras fuerzas de izquierda»21. En
España, la reacción no se hizo esperar y, el 20 de marzo, el Comité Nacional
del partido socialista proclamaba:
«El pueblo español no quiere guerra en Marruecos; …, donde quiera
que haya una agrupación socialista, celébrense reuniones públicas de protesta
contra la actuación del Gobierno en la cuestión de Marruecos».
Mientras, en las proximidades de Ceuta se avanzaba en la ocupación
de la cabila de Anyera, y el 22 de febrero El Raisuni reaccionaba enviando
una protocolaria nota de bienvenida al Alto Comisario. El 1 de marzo,
Berenguer contestaba al Xerif: «Mi alegría será mucho mayor el día en que
reciba de ti …, la palabra hablada … no dudo has de ayudarme …,
para el bien del reinado de nuestro señor Muley el Mehedí (el Jalifa)». De
esta forma, Berenguer, empleando la retórica árabe que conocía muy bien,
solicitaba respetuosamente al Raisuni la sumisión.
Días después, y antes de iniciar las operaciones, el Alto Comisario
acudió a Madrid para ultimar con el Gobierno el plan que se desarrollaría
principalmente en la zona occidental, por la amenaza que significaba
El Raisuni. El Alto Comisario, buscaba además alcanzar un gran consenso
nacional sobre la política a seguir en Marruecos, así como sobre «los procedimientos
de índole militar que habían de ser garantía de esa política».
Una vez en Madrid, Berenguer se entrevistó con Romanones, con el
ministro de Guerra, general Muñoz Cobos, y, dos veces, con el Rey. El 15 de
marzo regresaba a Tetuán con el visto bueno del Gobierno, del que «había
obtenido un franco apoyo a la empresa y la autorización para prescindir del
Raisuni, si este no acataba al Majzén».
Tras una meticulosa labor política, entre el 18 marzo y el 13 de mayo,
las fuerzas de las tres comandancias iniciaron las operaciones. En la zona
20 Las Noticias, 22FEB19.
21 Estatutos fundacionales de la III Internacional Comunista.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 94-148. ISSN: 0482-5748