EL ALCÁNTARA EN EL VERANO DEL 21 265
los regimientos de infantería y caballería españolas, a pesar de su nueva
creación en 1824, eran mucho más antiguos que los orgullosos regimientos
británicos y franceses, escribió su monumental obra mandando a oficiales
comisionados a los archivos para tal fin. Aunque encontró muchos
documentos, no pudo encontrar todos en unos tiempos en que todo se hacía
copiando documentos a mano. Por ello no hace una historia de tiempos antiguos
a modernos, sino que lo hace al revés que aparentemente es más fácil.
Es decir, de los cuerpos existentes hace un recorrido hacia atrás y donde le
faltan datos (o se traspusieron en el desarrollo de su obra) los adecúa de la
mejor forma posible.
Por ello, en cuanto a caballería se refiere, manifestará que en 1698
existían en Flandes solamente cinco cuerpos de caballería y que los cuerpos
de dragones no existieron hasta 1675, cuando en el primer caso los tercios
en Flandes eran trece y en el segundo la primera constancia de tercios de
dragones en una muestra se remonta 1649, sabiendo que hubo antes alguno
en períodos muy temporales. Estas circunstancias no empañan la gran obra
del conde. El problema surge con los que hemos venido detrás de él, que sin
investigar hemos copiado sus datos, los hemos dado por buenos y los hemos
defendido como si fueran la verdad histórica. Cuando nuevas investigaciones,
con nuevos métodos, con una informática que nos facilita el trabajo,
nos han proporcionado otros datos, en muchos casos la respuesta es: “Lo
dijo Clonard”. El regimiento Pavía podrá seguir buscando infructuosamente
al marqués de Caylus, como lo estuvo el Alcántara buscando al inexistente
maestre Nestién.
La reforma de 1844 tuvo además dos grandes consecuencias. Por una
parte todas las banderas y estandartes de las unidades armadas pasaron a tomar
los colores nacionales17. Por otra parte, desde dicha fecha los regimientos
de caballería, organizados en escuadrones y éstos en compañías, tendrán
una nueva organización prácticamente sin variaciones hasta la actualidad
en las unidades montadas. El regimiento tendrá escuadrones/compañías, al
mando de un comandante de 2ª clase y un capitán, organizados en secciones
mandadas por subalternos. Poco después desaparecería esa segunda clase
de comandante y el escuadrón pasó a ser mando de capitán. Los efectivos
de las secciones variaban entre 24 y 32 jinetes en función de estar organizados
en tres o en cuatro escuadras, lo que a su vez variaba los efectivos del
17 A pesar de ello muchos regimientos no cumplieron esta normativa. En Caballería no
cambiaron, entre otros, Rey y Húsares de la Princesa. El regimiento Treviño siguió con
el antiguo de Húsares Españoles (primero y sexto en griego) al que se le habían suprimido
las farpas. Artillería e Ingenieros tampoco cambiaron de colores y continuaron
con sus colores morados, salvo los regimientos ya creados muy a finales del siglo XIX.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 265-320. ISSN: 0482-5748