274 JESÚS MARTÍNEZ DE MERLO
La mayoría de las personas de nuestra generación han visto ligados
los elementos de bandas al servicio militar, pero ya desde la época de Felipe
V formaban parte de las compañías de caballería con la particularidad de
llevar trocados los colores de casaca y divisa de su respectivo regimiento.
Los cuerpos de dragones cuya forma de combatir habitual era pie a tierra
(aunque luego casi nunca fue así) disponían de tambores similares a
la infantería. Entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX eran
tropa voluntaria ya en filas o incluso paisanos alistados directamente. Los
trompetas figuraban en los estadillos por detrás de los cabos y por delante
de los herradores y resto de soldados. Podían ingresar como educandos a
unas edades muy bajas, pero no causaban alta en las unidades hasta cumplir
los 18 años. Firmaban un compromiso de cuatro años que podían prolongar
en reenganches sucesivos. Por tanto, las edades de los trompetas eran muy
variables, ya que muchos iban renovando sus compromisos. Aproximadamente
había unos 500 trompetas en todas las unidades de caballería en los
años que nos ocupan.
La plantilla de banda del Regimiento Alcántara en 1921 estaba compuesta
por un maestro, un cabo de banda y 26 trompetas. Por todo ello no
había niños en el Alcántara y caso de haberlos no hubieran estado en los
escuadrones, sino en la plana mayor del regimiento con el maestro y con el
cabo de banda, que en estas jornadas no estuvieron en el campo. El mundo
de los mitos ha desarrollado historias muy emotivas al respecto que respetamos
profundamente. De estos 26 trompetas trece estaban en el campo y
el resto en distintas situaciones en plaza, permiso, licencias por enfermo e
incluso uno de ellos en prisión22.
Los herradores tuvieron a lo largo del siglo XIX diversas vicisitudes.
Inicialmente se formaban en la Escuela de Herradores, dependiente del Establecimiento
Central y su enseñanza iba dirigida a llegar a formar parte del
Cuerpo de veterinaria. Diversos cambios terminaron por decidir la contratación
de los mismos pero finalmente en 1909 se decretó un reglamento y determinar
sus plantillas. Para 1915 disponían de tres categorías; de primera,
de segunda y de tercera, siendo habitual que cada escuadrón dispusiera de
uno de cada una de sus categorías. En los movimientos de patrullas o reconocimientos
iban siempre con su sección y con los medios necesarios para
un rápido herraje urgente en frío. Para ello llevaban su bolsa con repuesto
de herraduras, contando además cada jinete con una de mano y otra de pie,
22 En todos los relatos constan 13 trompetas en el campo y todos muertos. Sin embargo,
en la relación de presentados en plaza, donde no se especifica escuadrón, figuran dos
trompetas. En el 3er escuadrón no figura ningún trompeta muerto y nos extrañaría mucho
que no hubiera ningún trompeta.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 274-320. ISSN: 0482-5748