222 SALVADOR FONTENLA BALLESTA
Las Juntas de Defensa
La ley de 29 de junio de 1918, promovida por las Juntas de Defensa,
eliminó los ascensos y condecoraciones por mérito de guerra, lo que, además
de ser un contrasentido en la profesión de las armas, restó atractivos a la
oficialidad para incorporarse a las unidades africanas, donde según las ordenanzas
militares estaban las ocasiones de mayor riesgo y fatiga. Los efectos
perniciosos de esta ley se comenzaron a notar a partir del año siguiente de
su promulgación.
Así pasó que llegaron oficiales destinados a Regulares y Policía Indígena
sin ninguna afición a estas fuerzas, ni interés por conocer el idioma,
costumbres, idiosincrasias de las cabilas, el terreno, etc. La disciplina y el
espíritu militar de las unidades africanas comenzaron a resentirse, de forma
progresiva.
La Marina de Guerra, cuyo Cuerpo General de oficiales no estaba
dividido entre peninsulares y africanistas, permaneció al margen de las Juntas
de Defensa, dominadas exclusivamente por oficiales del Ejército. Sin
embargo, empezó a incubar un movimiento subversivo interno, teniendo
como modelo la revolución bolchevique soviética, que salió a la luz en la
Revolución de Asturias de 1934 y eclosionó en julio de 1936.
Procedimientos tácticos
La infantería, como arma principal en la batalla y en el combate, era
la base de constitución de las columnas. Además, ejecutaban cometidos de
exploración y seguridad, que normalmente corresponderían a la caballería,
pero este terreno norteafricano era muy restrictivo para su empleo.
La caballería se empleó con los procedimientos característicos de los
combates en montaña: proporcionó seguridad próxima y para adelantarse
para ocupar posiciones importantes, aprovechando su velocidad. No se utilizó
con las misiones clásicas de exploración e información, que ya empezó
a ser desplazada por los medios aéreos, pero sí cumplió la también clásica
misión en la protección de la retirada de Annual; y cuando se empleó en la
explotación del éxito fue con la precaución de no alejarse de la infantería,
para poder recibir su apoyo en caso necesario.
La artillería se utilizó preferentemente para acompañar y apoyar el
avance de la infantería, y en la defensiva para contener al enemigo, que por
su forma de presentarse en formaciones diluidas tuvo un efecto limitado.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 222-246. ISSN: 0482-5748