306 JESÚS MARTÍNEZ DE MERLO
la carga de Taxdirt, el escuadrón de Alfonso XII tuvo siete soldados muertos
y nueve heridos además de siete caballos muertos y 22 heridos. Las bajas de
caballos son casi el 50%.
A pesar de estas cifras aparentemente bajas, siete soldados muertos
en un escuadrón de 65 hombres suponen un 10% de muertos, cifra elevadísima.
Por todo ello, no nos queda más remedio que especular y por ello
cuantificar las bajas matinales en una docena de soldados muertos o heridos,
a los que nadie se refiere, ni siquiera si quedaron en el campo, y más de
40 bajas en el ganado, incluso aquellos que pudieron regresar a la posición
de Dríus y que no pudieron volver a utilizarse. Es lo mínimo que podemos
aceptar en una acción por la que posteriormente le sería concedida la Cruz
Laureada de San Fernando al teniente coronel. Es decir, por unas causas o
por otras la fuerza montada del regimiento ha quedado reducida a unos 250
jinetes, lo que supondría como media unos 50 jinetes por escuadrón y 40
en ametralladoras.
A las ocho de la mañana salía de Melilla el coche del regimiento. Lo
conducía el teniente Carrasco por no haber encontrado a su conductor y
venían los dos comandantes y el capitán Castillo, anterior jefe del 3º escuadrón
y destinado en regulares. A las nueve y media estaban en Batel donde
estaba el coronel Arroyo (jefe del regimiento África) que les manifestó que
no podían continuar. Pero como realmente la orden dada al coronel por el
general Navarro el día anterior, era la de impedir el tráfico hacia Melilla los
dejó pasar, por lo que la hora de su llegada a Dríus sería sobre las diez de la
mañana. Es importante resaltar que a las diez de la mañana el coche había
pasado sin mayor incidencia el puente del Gan y las posiciones a derecha e
izquierda de Uestia y Dar Azugaj.
Los escuadrones volvían de las cargas matinales con los vítores de la
guarnición que necesitaba de una reacción ofensiva contundente y la presenciaron
con sus propios ojos. El teniente Carrasco, recién llegado, nos relata
la buena disposición de los soldados. A poco del regreso de los escuadrones
y apenas haberse dado un rancho llegaban noticias de que algunos camiones
con heridos de las columnas e incluso con heridos de Alcántara que habían
salido hacia la plaza estaban siendo asaltados en el camino. La gran pregunta
sería de donde habían salido los agresores y cual era su cuantía, pues a
las diez de la mañana no había nadie en torno al puente del Gan. ¿Cómo es
posible que tres horas más tarde hubiera en esa zona un número de rifeños
capaces de hacer frente a una unidad montada? Indudablemente no podían
pertenecer a la harka rifeña, por lo que pensamos que eran habitantes de los
poblados circundantes. En ese momento ¿cuántos jinetes quedaban montados
en el Alcántara?
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 306-320. ISSN: 0482-5748